Ensayo desarrollado por el alumno Fernando Soto Valdivia, alumno de Trabajo Social del Instituto AIEP.
¿Existe alguna relación entre la deserción escolar y la actividad delictiva? ¿Es cierto que la tasa de criminalidad es más alta entre los grupos de menor escolaridad? ¿La deserción escolar aumenta el riesgo de incurrir en comportamientos penados por la ley? Pues bien yo opino que si y hay hechos que demuestran que lo que digo es cierto, veamos algunos:
• Los desertores de la enseñanza media tienen una probabilidad 3,5 veces más alta de ser arrestados a lo largo de su vida.
• Un 47% de quienes incurren en delitos de drogas no completaron su educación secundaria.
• Entre los jóvenes que participaron en un programa de calidad de lectura mientras se encontraban en prisión la reincidencia disminuyó en un 20%
Quizás éstas realidades nos parezcan un poco alejadas a nuestra realidad, pero esto no es del todo cierto, pues Chile no es la excepción. Según una encuesta realizada por la fundación Paz Ciudadana en conjunto con Adimark, “el nivel educacional de las personas condenadas a prisión en Santiago es bajo, un 74% tiene solo educación básica o en analfabeta.”
Otro estudio de la misma fundación indica que existe una relación entre la deserción escolar y la delincuencia, esto se demuestra por que la baja escolaridad significa un alto riesgo por encontrarse en situaciones de exclusión o
desintegración social, entre estos riesgos se encuentra la cesantía y la drogadicción, la falta de participación social y la comisión de delitos.
Diariamente al ver televisión me encuentro que existen realidades que muchas veces me resultan chocantes o por lo menos que no logro entenderlas: “menor de 17 años involucrado en un tiroteo con personal de carabineros”, “un grupo de adolescentes asalta y agrede a toda una familia”, estos es solo parafrasear los titulares de los que diariamente leo o veo en la televisión o en cualquier otro medio de comunicación disponible, ahora bien, esto me lleva a pensar ¿Qué hacían estos niños o jóvenes a esa hora en ese lugar? ¿Por que no están en los colegios? Pues bien existe una estrecha relación entre el nivel de escolaridad y los índices de delincuencia, las estadísticas de los jóvenes delincuentes que hablan que muchos, por no decir todos, abandonan el colegio sin haber terminado siquiera la enseñanza básica, para que decir de la media por lo tanto me atrevo a afirmar que la deserción escolar genera delincuencia.
Los jóvenes que han abandonado los liceos presentan características muy especiales en su conducta que les hace comportarse de una manera inapropiada, socialmente hablando, buscan solventar una carencia de afecto o atención que les ha sido negada dentro de sus hogares, también aparte del afecto la carencia también se ve reflejada en privaciones del orden económico, niños que han sufrido los rigores de la pobreza extrema y que, sumado a una mayor predisposición a delinquir para conseguir lo que ellos quieren o “necesitan” por supuesto que lo harán considerando que sus familias no tienen los lazos afectivos para contenerlos o que, muchas veces comparten el pensamiento de “salvarse”, justificando así el hecho de delinquir.
Cuando pienso en estos jóvenes me doy cuenta de que son jóvenes que tienen una carencia de afecto y que provienen de familias con un nivel de vulnerabilidad elevado, por lo tanto su conducta solo refleja lo que ocurre dentro de sus propios hogares.
La deserción escolar genera delincuencia por que produce un menor nivel de ingresos económicos o aporta menos ingresos a los jóvenes que desertando de los colegios deciden trabajar, quizás suena un poco contradictorio pues el trabajo es una forma de enfrentar la vida totalmente contraria al hecho de no trabajar y dedicarse a delinquir, pero lo que quiero decir con esto es que los jóvenes que han abandonado las escuelas ganan menos que las personas con un mayor nivel de escolaridad y esto es reconocido por todos, esto sumado a las precarias condiciones en las que se ven inmersos esos jóvenes y que finalmente fueron los factores que determinaron la decisión de salir del colegio, esto es, familias con carencias económicas, violencia intrafamiliar, abusos sexuales, etc. etc. entonces estos jóvenes al tener menos ingresos generan mayores niveles de frustración por lo que es más fácil caer en las drogas o fácilmente en la actividad delictiva, cada uno consecuencia del otro, o sea delinquen para conseguir droga.
Por lo anterior puedo concluir que la educación es un factor de relevante importancia en la formación de las personas, en relación a la conducta individual y colectiva.
Ahora no solo la deserción tiene efectos directos al generar este nivel de delincuencia, también trae consigo otros efectos. La deserción afecta directamente a la fuerza de trabajo, es decir que las personas que no han completado su educación tienen menor fuerza de trabajo, son menos competentes y más difíciles de calificar, también estas personas que no se preparan tiene una baja productividad en el trabajo por lo que afecta directamente en la producción general de la nación, por lo que podemos concluir que no es un problema menor.
Lo anterior se enmarca en relación a las personas que habiendo dejado el sistema educacional optan por llevar una vida de trabajo, según el estudio presentado por el MIDEPLAN “estas personas que han desertado del colegio por razones de trabajo representa un 35% de ellos, jóvenes entre 14 y 24 años”.
Generalmente los niños o jóvenes que no siguen estudiando provienen de un entorno en las que cuentan con muchos problemas ya sea económicos, sociales, familiares; cuando este niño deja el colegio empieza a relacionarse con otro circulo distinto al que se ve en el colegio, en donde, de alguna manera se le puede dar alguna ayuda a estos jóvenes; cuando ya no asisten a clases se comienzan a relacionar con el entorno de los lugares donde viven, exponiéndose a muchísimos peligros en una sociedad corrupta como la que estamos viviendo, es decir, empieza a crecer en una ambiente donde habrá muchísimas tentaciones y muchísimas probabilidades de enredarse en drogas y delincuencia y también en una vida vagabunda, errante y sin propósitos.
Cuando pienso en el nivel de escolaridad que tiene la mayoría de las personas que están cumpliendo condena en los distintos lugares de reclusión a lo largo de Chile, me hace pensar en lo importante que es la calidad de la educación para todos ellos y no tan solo en el total de los años que estas personas pasaron dentro de las aulas, también hace pensar en la calidad de esta educación, según Heckman, premio Nóbel de economía 2000 habla acerca de la “importancia que tiene para las personas haber recibido educación preescolar parvularia”:
Una buena educación previene la deserción y con esto la delincuencia.
Cuando vemos las estadística en relación a la deserción escolar y cuando analizamos la importancia que tiene la educación preescolar nos podemos dar cuenta de que es sumamente importante la calidad de la educación, suena redundante pero es así, ahora para romper los niveles de delincuencia a causa de la deserción escolar es que tenemos que mejorar la calidad de la educación y los profesionales encargados de ella deben estar en un nivel de preparación de excelencia, la motivación que ellos entregan es sumamente relevante, no podemos dejar que estos niños que sufren un alto nivel de riesgo social sigan abandonado las escuelas para enfrentarse en la calle a situaciones a las que es muy fácil caer en la delincuencia, niños que sin la preparación o la madurez necesaria son víctimas de la sociedad que les asegura un futuro prometedor en la vagancia y en la delincuencia, para que prepararse, para que estudiar si puedo ganar más en un solo día que un profesional asalariado en todo un mes, además que tenemos leyes que solo se encargan de la forma penal y olvidan a factor persona involucrado detrás de todo este dilema.
Mirando de esta perspectiva es que nos encontramos con un programa del gobierno enfocado a estos jóvenes y niños con alto riesgo de abandonar las aulas: “el programa de pro-retención” el gobierno a través del ministerio de educación y de los municipios asigna un fondo en dinero para todos aquellos niños más expuesto con el fin de mantenerlos en el sistema, solo se les asigna a aquellos que continúan en el colegio como una forma de incentivar a estos niños, es una buena media, pero solo es paliativa, también se debe trabajar en mejorar la preparación de los profesores para que puedan impartir docencia de calidad y con ese argumento es que nos preguntamos el por qué existe tanta diferencia entre los colegios pagado y los colegios municipales si los profesores que trabajan, perfectamente podrían hacer sus clases en uno u otro colegio, quizás es despreocupación por parte del gobierno o será que ellos mismos no entienden la problemáticas de los niños y sus familias e intentan imponer políticas educacionales que son muy difícil de aplicar en la práctica diaria, en fin es fácil dar explicaciones, lo importante es tomar conciencia de la importancia que tiene la educación para solucionar un problema que nos afecta diariamente a todos. No es grato vivir en una ciudad donde creemos ver en cada esquina a potenciales delincuentes, además de no ser agradable, es impensado para un país “en vías de desarrollo” que todavía tengamos este nivel de deserción escolar y que estemos pensando en plantas nucleares para generar energía, quizás esta mal enfocada la distribución de los ingresos o de buenas a primeras no es algo que interese relevantemente a los gobiernos.
En conclusión, puedo decir que existe una estrecha relación entre la educación y la delincuencia, más bien una estrecha relación entre una buena educación y la delincuencia, y viendo de esta manera este concepto es que se debe apreciar que para disminuir uno de estos factores es necesario aumentar el otro, esto es para disminuir el número de jóvenes que caen en la delincuencia es necesario mejorar la calidad de la educación en los niveles básicos y medios de los establecimientos municipales, que son los más afectados con el abandono o deserción.
La delincuencia se ha vuelto uno de los principales problemas de la vida cotidiana no hay nadie a la que le resulte indiferente pues le afecta directa o indirectamente, y para muchos de estos jóvenes delincuente se ha vuelto una forma de vida de la que ya se han armado todo un sistema, incluso lo llaman una forma de trabajo mas, tienen una apreciación tan desvalorada de la forma de comportarse que para ellos, su actuar, es totalmente normal y siendo empáticos con ellos, es así pues no conocen otro. La falta de educación de la que son víctima es la que no les permite llegar más lejos u optar en hacerlo, no cuentan con mas recursos y echan mano a lo que es más fácil para ello: robar, asaltar, saquera, golpear, etc.
Hay un arduo camino por delante para mejorar esta situación de abandono de las escuelas y liceos, pero espero haber aportado en esclarecer la importancia que tiene la calidad de la educación para librarnos de un problema mayor como es la delincuencia.
Bibliografía.
Alliance for Excellent Education-2003-“Fact Sheet”
Heckman, J -1999-”Policies that Foster Human Capital”
MIDEPLAN -2000-“Situación de la Educación en Chile” http://www.mideplan.cl/sitio/Sitio/estudios/documentos/educacion2000.pdf> [12 abril 2011]
Fundación Paz Ciudadana-2008- “Balance delincuencia en Chile”
No hay comentarios:
Publicar un comentario